martes, 15 de enero de 2008

El Manu


1 comentario:

David Santiago dijo...

La prisiones solo encierran los deseos de nuestras almas!!!

El cielo en cambio, es tan hermoso y a la vez tortuoso, tanto aire tanta libertad en una condena sin barrotes, como resina entorno a un mosquito inocente entoces de que un paleontólogo le fuere a hechar la zarpa miles de siglos después....

Y como la mora en su moralito sola...!!!